La Paz, 02 de julio de 2024 – La Federación de Empresarios Privados de La Paz (FEPLP) ha expresado su apoyo a la reciente decisión del Banco Central de Bolivia (BCB) de habilitar el uso de canales e Instrumentos Electrónicos de Pago (IEP) para operaciones de compra y venta de activos virtuales. Esta medida, considerada como un avance significativo para el desarrollo económico del país, fue resaltada por el presidente de la FEPLP, Rolando Kempff.
“Todo lo que significa sistemas de pago coadyuva al desarrollo económico del país. Y este sistema de pago también coadyuva a ese propósito, donde se va a agilizar la economía, se va a mover el comercio y es algo muy importante”, afirmó Kempff.
La nueva disposición del BCB fue oficializada a través de la Resolución de Directorio N°084/2024 del 25 de junio, reemplazando la anterior Resolución de Directorio N° 144 del 15 de diciembre de 2020, que prohibía a las entidades financieras el uso, comercialización y negociación de criptoactivos. Con esta medida, el BCB busca fortalecer las actividades financieras y comerciales en Bolivia mediante la inclusión de activos digitales en el sistema de pagos.
El presidente del BCB, Edwin Rojas, subrayó que esta autorización beneficiará a los sectores productivos y comerciales, impulsando la economía del país. Kempff también destacó la importancia de los sistemas de pago digitales, mencionando que «todo lo que es sistemas de pago a través de la web, del teléfono móvil, de diversos medios, son importantes».
El BCB ha señalado que existen diversos tipos de activos digitales, como el Bitcoin y las Stablecoin, que permiten a los usuarios invertir con la posibilidad de obtener rentabilidad o sufrir pérdidas. Sin embargo, en Bolivia, la única moneda de curso legal sigue siendo el Boliviano, conforme a la Ley 901 de 28 de noviembre de 1986.
Es importante recordar que, aunque los activos virtuales pueden ser utilizados para transacciones, no son considerados moneda de curso legal y su aceptación como medio de pago no es obligatoria. Los usuarios asumen los riesgos inherentes al uso y comercialización de estos activos.
Con la adopción de estas nuevas herramientas de pago, se espera un impacto positivo en la economía boliviana, facilitando transacciones y dinamizando el comercio en el país.