El expresidente Evo Morales encendió la polémica al no descartar la posibilidad de iniciar una “lucha armada” contra el Gobierno nacional, tras afirmar que algunos sectores del país ya estarían considerando esa opción. En sus declaraciones, Morales indicó que la falta de diálogo por parte del Estado hacia el movimiento popular podría derivar en una reacción violenta, citando ejemplos históricos de Brasil y otros movimientos en la región.

En una entrevista en su radio local del Chapare, Morales reveló que, en reuniones con seguidores, algunos expresaron su frustración diciendo: “Aquí tenemos que hacernos respetar, porque estamos en nuestros territorios”. Además, hizo referencia a la emboscada que ocurrió en Challapata, donde civiles y policías se enfrentaron, dejando entrever que los disparos podrían haber sido efectuados por los mismos civiles movilizados.
El ministro de Justicia, César Siles, reaccionó de manera firme ante las declaraciones de Morales, calificándolas de “terrorismo de Estado” y expresando su preocupación por el impacto que podrían tener en la estabilidad social y política del país. Siles hizo un llamado a Morales para que recapitule sus palabras, considerando la gravedad de incitar a la violencia en momentos tan delicados para Bolivia, especialmente en el marco de la celebración del Bicentenario.
Por su parte, el vocero del Pacto de Unidad, Vidal Gómez, respondió a las insinuaciones de Morales sobre la formación de grupos armados contra el gobierno, sugiriendo que el exmandatario debería buscar ayuda profesional, y recordó que Morales se encuentra inhabilitado constitucionalmente para postularse en las próximas elecciones.
En medio de este clima de tensión, el Gobierno nacional espera que las autoridades y dirigentes políticos actúen con responsabilidad para evitar la escalada de conflictos y mantener la paz en el país