El expresidente Evo Morales no se presentó este viernes a la audiencia de medidas cautelares programada en el marco de la investigación por trata agravada de personas. Según lo anticiparon allegados al líder cocalero, su inasistencia complica su situación jurídica, y el juez a cargo, Nelson Rocabado, deberá decidir sobre la posibilidad de declararlo en rebeldía.
Este proceso judicial se relaciona con acusaciones sobre el presunto embarazo de una adolescente de 15 años cuando Morales ejercía como jefe de Estado en 2016. Aunque la audiencia ya había sido suspendida el pasado 14 de enero por un cuadro médico de bronconeumonía presentado por el exmandatario, su reiterada ausencia eleva la tensión en el caso.
El fiscal general del Estado, Roger Mariaca, advirtió el miércoles que, de no justificarse la ausencia, se solicitará formalmente la declaratoria en rebeldía. Sin embargo, Jorge Pérez, abogado defensor de Morales, denunció que este proceso tiene un trasfondo político y reiteró la inocencia de su cliente.
“Es un juicio armado, un ejemplo claro de prevaricato. No existe notificación legal alguna, y el caso ya había sido rechazado anteriormente. Sin embargo, el Ministerio Público abrió otro proceso sobre el mismo hecho, lo que es ilegal”, afirmó Pérez. También señaló que la imputación del 16 de diciembre carece de validez porque nunca se notificó al expresidente de manera formal.
La falta de claridad y la polarización política en torno a este caso han generado un intenso debate público. Morales, que se mantiene en el centro de la discusión política en el país, enfrenta ahora una decisión judicial que podría agravar su situación legal y política en los próximos días.
