El Gobierno boliviano reafirmó su compromiso de combatir el contrabando de alimentos en las zonas fronterizas del país, con el objetivo de salvaguardar el trabajo de las familias productoras y garantizar precios justos para la población. La viceministra de Comunicación, Gabriela Alcón, destacó la importancia de priorizar el bienestar nacional durante una inspección en la localidad de Desaguadero, junto al presidente Luis Arce.
“El compromiso del Gobierno es firme: no escatimamos esfuerzos para evitar que el trabajo y esfuerzo de las familias bolivianas salga de manera ilegal al exterior. Nuestro principal objetivo siempre será priorizar el bienestar de nuestra población”, declaró Alcón tras supervisar las operaciones de control en la frontera con Perú.
Durante el recorrido, el presidente Arce anunció que se fortalecerán las medidas de seguridad en los puntos críticos, con un despliegue reforzado de las Fuerzas Armadas. Estas acciones buscan frenar una actividad ilegal que, según Alcón, “representa una amenaza constante que golpea directamente el bolsillo de las familias bolivianas”.
La viceministra subrayó la importancia de esta lucha no solo para proteger la producción nacional, sino también para garantizar que los alimentos lleguen a la población a precios accesibles. El esfuerzo conjunto entre instituciones gubernamentales y fuerzas del orden busca cerrar las vías de escape del contrabando, promoviendo así un mercado interno estable y equitativo.
Con estas medidas, el Gobierno reafirma su determinación de proteger a los productores bolivianos y a las familias que dependen de una economía equilibrada y justa. Las inspecciones en Desaguadero son un ejemplo claro de esta estrategia integral que prioriza el desarrollo y bienestar del país.
