Santa Cruz, 29 de mayo – El analista político Carlos Valverde ha criticado duramente la reciente aprobación de un proyecto de incremento salarial para los senadores del Estado por parte de la Comisión de Política Económica de la Asamblea Legislativa. Valverde cuestionó la pertinencia de esta iniciativa en un contexto en el que los parlamentarios tienen numerosas tareas pendientes.
La controversia se hizo pública poco después de que el presidente Luis Arce Catacora decretara un incremento salarial para los servidores públicos. Actualmente, un senador titular gana Bs 22.854, y el proyecto aún debe pasar al debate en la Cámara Alta.
“Esta es la constatación de que la plata no alcanza y que estamos en una crisis económica muy grande, al punto tal que el Parlamento está pidiendo incremento salarial (…) Digamos que en términos reales tienen razón, lo que no tienen razón en este momento y lo que no tienen moral es pedir incremento salarial porque su trabajo es pésimo”, criticó Valverde en una entrevista.
Valverde opinó que los senadores deberían estar enfocando todos sus recursos en abordar los problemas más apremiantes del país, como las elecciones judiciales. “Cuando uno está en crisis quisiera tener un poco más de plata, pero ellos no tienen moral para pedir un peso, absolutamente de nada, porque son pésimos como representantes nacionales en su gran mayoría”, añadió.
Según la Gaceta Oficial de Bolivia, en 2024 se han promulgado 19 leyes, la mayoría relacionadas con la transferencia de terrenos en municipios y declaratorias de patrimonio o festividades. Sin embargo, hay temas críticos pendientes que requieren consenso, como las elecciones judiciales.
El día en que la comisión aprobó el incremento de sueldos, el vicepresidente David Choquehuanca y el presidente de Diputados, Israel Huaytari, no asistieron a la convocatoria al diálogo hecha por el presidente de la Cámara de Senadores, Andrónico Rodríguez, para resolver las judiciales.
Valverde concluyó su análisis afirmando que Bolivia está viviendo una “democracia iliberal”, donde el poder político controla los poderes del Estado, dando una falsa impresión de democracia. “Lamentablemente, el Poder Legislativo, que es el primer poder del Estado, está capturado y está anulado por el Tribunal Constitucional”, sentenció.
Las declaraciones de Valverde han resonado en la opinión pública, generando un debate sobre la ética y la efectividad del trabajo parlamentario en un momento de crisis económica.